sábado, 14 de diciembre de 2013

Aserpinto no se baja de la bicicleta

El día era para seguir pedaleando. No dejaron de hacerlo durante la calurosa tarde de domingo, ni los ciclistas de la Vuelta España que pasaron por nuestra localidad, ni los vecinos afectados por la inminente privatización de la empresa municipal Aserpinto. Ambos grupos fueron protagonistas -a pesar de que determinados medios de comunicación hiciesen oídos sordos-  de lo acontecido en la jornada de ayer.
130915 Trabajadores calle cataluña copiaLos ciclistas llegaron en pelotón, juntos, haciéndose notar; igual que los manifestantes, que pronto decoraron los alrededores con carteles informativos. Un gran número de familias pinteñas alentaron a los participantes durante la última etapa de la competición a lo largo de la calle Cataluña –irónico que la Vuelta España pase por esa calle hoy día- y en la rotonda de la Guardia Civil. El éxtasis y el griterío que causó el paso de La Vuelta fue efímero. Los asistentes se marcharon, dejando las calles vacías y bajo un silencio imperante. 


Pronto se encargaron los manifestantes de llenarlo. Repartidos con sus pancartas por todo el recorrido que empezaba a desmontarse, las familias afectadas por la subrogación de la empresa municipal se unieron y organizaron una movilización –no prevista- por las calles pinteñas. Sin dejar de pedalear, los manifestantes gritaban al unísono contra las medidas de ajuste del Partido Popular, que ya tan acostumbrados nos tienen en los territorios que gobierna. En este caso se trata de una posible externalización de un servicio público como es Aserpinto, que lleva desde 1997 dando trabajo a vecinos pinteños y que, curiosamente, según afirman muchos de los trabajadores “los dos últimos años con el PP en el ayuntamiento se ha realizado una campaña de desprestigio para que la empresa se ganase una mala imagen de cara al pueblo”. A raíz de esto, entre el tumulto de la protesta se escucha una pregunta que podría explicar perfectamente la decadencia de los servicios durante estos años: “¿No os parece raro que ya no haya bodas cada fin de semana en el Parque Juan Carlos I?”. La protesta iba enderezándose poco a poco, en dirección a la casa de la alcaldesa Miriam Rabaneda. Escoltados por agentes policiales, familias, con sus niños y niñas, no cesaron de mostrar su indignación ante la postura de un partido que parece excusarse en el contexto económico para disfrazar medidas ideológicas. El tiempo pasaba y se seguía pedaleando. Los policías detuvieron a los protestantes obligándolos a identificarse, puesto que se trataba de una manifestación ilegal, no había sido autorizada y estaba formada por más de 20 personas -cerca de 100-.
Al llegar de forma totalmente pacífica al chalet de la alcaldesa, las familias se encontraron a 20 policías custodiando el edificio. No hubo acoso, ni perturbación a la privacidad de Miriam Rabaneda, más allá de los gritos que se fueron repitiendo durante la protesta. “Demasiado buenos somos en comparación con lo que nos hacéis” decía cabizbaja una trabajadora mientras los participantes de la manifestación abandonan la movilización. Pregunto a Nuria Rodríguez Garrido, presidenta del comité de empresa y secretaria general de la sección de UGT, si existe la posibilidad de detener la privatización de Aserpinto: “No va a ser fácil, pero lo último que se pierde es la esperanza”. Pues eso, a seguir pedaleando.




Publicado en Éboli News el día 16 de septiembre de 2013. 

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