sábado, 21 de diciembre de 2013

16M



Me acuerdo que ese lunes 16 de mayo de 2011 tenía clase de Ética en el instituto. Apenas tenía 15 años y lo que me gustaba era pegar patadas a un balón, aunque de vez en cuando me sentía bien conmigo mismo leyendo prensa. Eso solo lo hacían los bichos raros, el resto solíamos "pegar patadas a un balón".
Me acuerdo perfectamente cómo mi profesor, "El Cornejo", nos intentaba despertar a todos en la primera hora de clase contándonos no sé qué manifestación en la que estuvo el día anterior. "Era algo diferente. Creedme. Yo estaba alucinando", gritaba mientras toda la clase ignoraba sus aspavientos.

Hoy, mientras veía este documental, pensaba en lo mucho que me hubiese gustado vivir este momento de la historia. El haber aportado mis manos, mi tiempo por un pensamiento común habría sido algo impagable.
Pero ahora, en frío, pienso que claro que estuve allí. Estuvimos allí porque eso sigue estando. No somos conscientes de lo que supuso ese mes. No somos conscientes de los caminos que se han levantado, ramificándose hasta llegar al lugar más recóndito, después de esa erupción de personas. El día a día esta lleno de todo lo que pasó en Sol durante ese tiempo. El día a día habla el mismo lenguaje que el 15M.

Seguramente esté en éxtasis después de ver este documental, no creo que haya sido el único. Tal vez me haya dado un ataque de pasión hacia esto y no lo puedo contener. Tal vez mañana vuelva a "pegar patadas a un balón". Aquellos que tengan dudas sobre lo que allí sucedió, que vean este fantástico trabajo que hicieron personas que allí respiraron, sudaron, observaron, hablaron, escucharon...



Documental "15M: Excelente, revulsivo, importante"

sábado, 14 de diciembre de 2013

El pueblo defiende lo del pueblo


130929 Manifestacion Aserpinto Teatro copiaA un poeta griego se le ocurrió decir que el fuego, el agua y el pueblo no pueden ser domados nunca. No sabía hasta que punto estaba en lo correcto. Conviene recordar que Grecia es la cuna de la democracia -o eso se ha dicho siempre- y con lo que ocurrió este domingo tiene mucho que ver el “poder del pueblo”. Jamás he visto a alguien domando el agua o el fuego; sin embargo, a diario comprobamos cómo el pueblo intenta ser domado y todo aquel que lo intenta acaba guardando el látigo. El pueblo pinteño no iba a ser menos feroz.
Este primer domingo de un otoño -que se intuye plomizo- salieron a la calle en torno a 750 personas para protestar contra la inminente privatización de la empresa municipal Auxiliar de Servicios de Pinto (ASERPINTO) por parte del PP, que dispone de mayoría absoluta, que viene a ser lo mismo que quedarte solo en casa: haces lo que te viene en gana sin consultar nada a nadie, ni a tus vecinos, ni a tu pueblo. Las cifras siempre tambalean; para unos más y para otros menos, aunque fueron contadas por varias personas en distintos puntos para realizar una estimación correcta. Pero eso es lo de menos, el pueblo ha salido a la calle. Ha hablado. Estos días han bajado a las plazas, a los barrios, a la calle para contar a la gente la injusticia que está a punto de cometerse. La concienciación como herramienta para inquietar al poder. Todas esas sensaciones  acumuladas desde hace años estallaron este domingo.
Al grito de “Aserpinto no se vende, se defiende” centenares de manifestantes cortaron las principales calles del municipio para hacerse escuchar. Aún más. Trabajadores y trabajadoras de las áreas a subrogar y de las que no lo van a ser por el momento, abuelos, abuelas, jóvenes, parados, inmigrantes, niños, niñas, familias… Una amalgama de realidades unidas por un mismo sentimiento. La defensa de lo suyo, de lo que les pertenece.
La manifestación comenzó en la Plaza David Martín. Según avanzaban, se iba uniendo gente. Lo suficiente como para despertar a Pinto del letargo dominical y hacer que familias enteras se asomaran a las terrazas o a las ventanas de sus domicilios. No llegaba a ser la calle Estafeta en San Fermines, pero se respiraba un ambiente de unión y de convicción en lo que se estaba haciendo.
Hubo una reivindicación clara hacia la Policía, que dejaban circular a los coches a la vez que la manifestación avanzaba. Aun teniendo el permiso, se tenía la orden de hacer como si nada pasara, comprometiendo la seguridad de las personas que montaban en sus coches, así como la de los manifestantes.130929 Manifestación Aserpinto Calle Santa Teresa copia
El paso de la manifestación por la nave de Aserpinto fue uno de los más emotivos. Los decibelios subieron. Aplausos a compañeros que estaban trabajando y, aunque les gustaría estar hombro con hombro protestando, no podían. Pegado a la nave de Aserpinto está el instituto público Pablo Picasso, una pena que fuese domingo, día no lectivo. La lección para los chavales habría sido enorme.
Cuando la cabecera de la manifestación llegó a la puerta de la nave de Aserpinto, el final de la misma no había llegado aún al Centro Comercial Plaza Éboli. Al realizar una parada frente al Centro de Salud Solores Soria y la actual sede del Partido Popular en Pinto, había gente que aún no había girado de la calle Santa Teresa para incorporarse al Paseo de Dolores Soria. Los vecinos de Pinto sabrán que son tramos bastante largos para que sólo hayan 150 o 200 personas, según informan PIMER, Policía y demás fuentes que aseguran un bajo número de asistentes.
Antes de que la manifestación entrara a la zona del Templete del Egido, le preguntamos a una persona miembro de las fuerzas de seguridad del Estado-que no diremos qué fuerza es para no comprometerle- y nos comunicó que “no he contado, he echado un vistazo, pero de los 200 no pasan”. Informamos a este trabajador que, había gente dividida en varios puntos contando a gente y luego poniendo cifras en común para sacar una estimación más o menos de cuánta gente había asistido y le comunicamos que tras realizar 4 recuentos, la manifestación no había bajado de los 750 asistentes desde su inicio.
Gracias al ímpetu del viento y al esfuerzo de la gente las banderas ondearon y el mensaje iba llegando al corazón de Pinto. Era el turno de las calles estrechas y el pueblo, que se adapta a cualquier medio, serpenteó hasta  al parque Egido. Allí concluiría la manifestación con los discurso del comité de empresa, que daría a voz a todos los trabajadores. La conclusión de emociones se produjo en el templete del parque; que bien sirve para que los niños cambien cromos, como para la celebración de conciertos de música. En la misma plataforma se subieron la mayoría de trabajadores de Aserpinto –algunos no quisieron salir en la foto de la protesta para evitar represalias- arropados por aplausos. Aplausos, de verdad. Aún así se les dijo” subid, que vean que estamos unidos y que luchamos tanto por los que se quedan como por los que se van”-se referían hacia los compañeros de Administración de Aserpinto.130929 Manifestación Aserpinto en el Egido II copia
Una ovación que duró el tiempo necesario para que fuera recíproca: los trabajadores de Aserpinto agradecieron encarecidamente el apoyo de los vecinos. Cuando Miguel Ángel Olmos, miembro del Comité de Empresa de Aserpinto terminó su intervención detrás de la de otros muchos compañeros, se comprometieron a contar a todos los trabajadores que habían subido al Templete a apoyar a sus compañeros. El nerviosismo aumentaba según se pasaba de los 50, creció a los 80 y cuando llegó al número de 120 muchos pelos se erizaron, y no fue precisamente por el frío. Es más, en esos momentos salió el sol entre las nubes. 
Si casi 180 puestos están en peligro, y hay 120 personas que se atrevieron a subir y apoyar a sus compañeros, es que algo realmente está pasando con la privatización de Aserpinto.
En el gran parque había espacio de sobra, pero la sensación de unión era tan grande que costaba pensar en el momento del final. Seguramente, el final de Aserpinto esté ya decidido. Es lo que pasa cuando hay una mayoría absoluta, te quedas sólo en casa y no te lavas los oídos: no escuchas lo que el pueblo dice.
Entre los manifestantes ronda la misma pregunta, “¿sirve esto para algo?”. Quedarse de piernas cruzadas en casa –seguro- seguro que no sirve para nada. 
Por cierto, otra cosa que tampoco sirve de mucho es intentar domar al pueblo.
130929 Manifestación Aserpinto en el Egido copia

Publicado en Éboli News el día 23 de septiembre de 2013

Aserpinto no se baja de la bicicleta

El día era para seguir pedaleando. No dejaron de hacerlo durante la calurosa tarde de domingo, ni los ciclistas de la Vuelta España que pasaron por nuestra localidad, ni los vecinos afectados por la inminente privatización de la empresa municipal Aserpinto. Ambos grupos fueron protagonistas -a pesar de que determinados medios de comunicación hiciesen oídos sordos-  de lo acontecido en la jornada de ayer.
130915 Trabajadores calle cataluña copiaLos ciclistas llegaron en pelotón, juntos, haciéndose notar; igual que los manifestantes, que pronto decoraron los alrededores con carteles informativos. Un gran número de familias pinteñas alentaron a los participantes durante la última etapa de la competición a lo largo de la calle Cataluña –irónico que la Vuelta España pase por esa calle hoy día- y en la rotonda de la Guardia Civil. El éxtasis y el griterío que causó el paso de La Vuelta fue efímero. Los asistentes se marcharon, dejando las calles vacías y bajo un silencio imperante. 


Pronto se encargaron los manifestantes de llenarlo. Repartidos con sus pancartas por todo el recorrido que empezaba a desmontarse, las familias afectadas por la subrogación de la empresa municipal se unieron y organizaron una movilización –no prevista- por las calles pinteñas. Sin dejar de pedalear, los manifestantes gritaban al unísono contra las medidas de ajuste del Partido Popular, que ya tan acostumbrados nos tienen en los territorios que gobierna. En este caso se trata de una posible externalización de un servicio público como es Aserpinto, que lleva desde 1997 dando trabajo a vecinos pinteños y que, curiosamente, según afirman muchos de los trabajadores “los dos últimos años con el PP en el ayuntamiento se ha realizado una campaña de desprestigio para que la empresa se ganase una mala imagen de cara al pueblo”. A raíz de esto, entre el tumulto de la protesta se escucha una pregunta que podría explicar perfectamente la decadencia de los servicios durante estos años: “¿No os parece raro que ya no haya bodas cada fin de semana en el Parque Juan Carlos I?”. La protesta iba enderezándose poco a poco, en dirección a la casa de la alcaldesa Miriam Rabaneda. Escoltados por agentes policiales, familias, con sus niños y niñas, no cesaron de mostrar su indignación ante la postura de un partido que parece excusarse en el contexto económico para disfrazar medidas ideológicas. El tiempo pasaba y se seguía pedaleando. Los policías detuvieron a los protestantes obligándolos a identificarse, puesto que se trataba de una manifestación ilegal, no había sido autorizada y estaba formada por más de 20 personas -cerca de 100-.
Al llegar de forma totalmente pacífica al chalet de la alcaldesa, las familias se encontraron a 20 policías custodiando el edificio. No hubo acoso, ni perturbación a la privacidad de Miriam Rabaneda, más allá de los gritos que se fueron repitiendo durante la protesta. “Demasiado buenos somos en comparación con lo que nos hacéis” decía cabizbaja una trabajadora mientras los participantes de la manifestación abandonan la movilización. Pregunto a Nuria Rodríguez Garrido, presidenta del comité de empresa y secretaria general de la sección de UGT, si existe la posibilidad de detener la privatización de Aserpinto: “No va a ser fácil, pero lo último que se pierde es la esperanza”. Pues eso, a seguir pedaleando.




Publicado en Éboli News el día 16 de septiembre de 2013. 

jueves, 16 de mayo de 2013

AULAS VACÍAS.

Son las 12:25 del mediodía. El silencio domina los gélidos pasillos del instituto público Pablo Picasso de Pinto que, a estas horas, acostumbran a ser un hervidero de hormonas disparadas con mochilas sobre la espalda. Nadie sube las escaleras para cambiarse de aula. Nadie las baja. Mientras, en las aulas desiertas, suena la misma melodía: la de los pájaros que cantan canciones acompañados del sonido de los coches que transitan las calles. Esta sinfonía es escuchada por unas inmóviles sillas y una impoluta pizarra que toman el sol gracias a los nítidos rayos de luz que atraviesan a unas persianas que no han sido subidas desde el primer el timbre. Hablando de timbres, se escucha uno. Puntual como siempre, pero ignorado como nunca. Hoy no se escuchan tizas golpeando la pizarra. Hoy no se abren las mochilas. Hoy nadie conjuga el verbo "to be". Hoy nadie teme ante un examen. Hoy nadie se ata los cordones. Hoy nadie ansía la llegada del recreo para comerse su bocata. Hoy no hay risas entre las compañeras de mesa. Hoy sopla la verdad en unos pasillos deshabitados y, realmente, te deja helado.


"Pasillos vacíos"


"Aula de Lengua y Literatura vacía" 
Ese día fue el 9 de mayo de 2013, día en el que se convocó una huelga en todos los niveles de la 
educación: desde la guardería hasta la universidad. No hay que pasar por alto que se trata de la segunda huelga con estas características a lo largo del año, y no parece que vaya a ser la última si el cinismo de este gobierno sigue como orden del día. En la diana de ministros que forman este despropósito, ese día tocaba tirar el dardo en la foto del ministro de educación, José Ignacio Wert, cuya puntuación es alta, puesto que es un estudiante aplicado en la asignatura conocida como "meteduras de pata" y en conductas, cuanto menos, reprochables. Padres, profesores y alumnos tiraron el dardo con fuerza, conscientes de lo que estaba en juego: la educación.
Los convocantes de la movilización, la Plataforma por la Escuela Pública (FETE-UGT, CCOO, STES, CEAPA y el Sindicato de Estudiantes), consideraron la protesta un "éxito" con un seguimiento del 72% de los profesores (el Gobierno dice que la cifra no alcanza el 20%, recortando en todo como siempre) y el 90% de los alumnos.  Aquí no acaba la cosa, el día siguiente a la huelga, viernes 10 de mayo, el Consejo de Ministros tenía pensado presentar la reforma educativa (LOMCE). Dicha ley ha sido aplazada al contemplar la gran indignación que había provocado en la enseñanza. Parece ser que el dardo se tiró con tanta fuerza que costó quitarlo de la diana, dejando un buen agujero en la frente de Wert.

Los convocantes de las protestas ven el proyecto (LOMCE) como una regresión total en una enseñanza que tanto ha costado conseguir, que se desentiende de los recortes introduciendo medidas ideológicas anacrónicas. Esta ley configurará un sistema más barato que separa y selecciona (mercantilizando el sistema educativo buscando una mano de obra dócil), en lugar de ofrecer una atención a la diversidad (con apoyos, refuerzos, etc), que es más cara. Además, la irritación creada en muchos sectores de la educación por su apoyo a la Religión, a la enseñanza concertada, por las subvenciones a los colegios que separan por sexo, o por el refuerzo de la enseñanza en castellano en Cataluña.
De entrar esta "Ley Wert" en vigor, sería otra vuelta de tuerca en el ámbito de la educación, que se ve manipulada legislatura tras legislatura. ¿Cómo se puede pretender recoger frutos en la educación española si con cada gobernante las decisiones tomadas son opuestas? Creo que las administraciones deberían implicarse con más dedicación en un aspecto tan primordial para el futuro de un país como es la educación. Esta implicación es más urgente y necesaria cuando echas un ojo a estadísticas como el 24,9% de fracaso escolar que nos sitúa en la cúspide de la Unión Europea en este rango, cuya media es de 12,8%. 
En los institutos públicos de Pinto también suenan los mismos acordes desafinados. El tsunami de recortes que arrastran nuestros centros desde 2010 ha dejado graves consecuencias como un gran número de profesores despedidos, bajada de presupuestos, una disminución brutal de becas para libros, reducción del plan de refuerzo de apoyo (PROA) de tres a dos trimestres (en el IES Pablo Picasso) y un largo etcétera de medidas que repercuten, sin duda alguna, en la calidad de la Educación Pública. La huelga tuvo un seguimiento del 30% del profesorado y un 85% del alumnado en el instituto Pablo Picasso. Mientras que en el instituto Calderón de la Barca el seguimiento de la protesta fue de un 42% por parte de los profesores y, en cuanto a los alumnos, de los 380 que hay en ESO, 65 fueron a clase, y de los 77 que forman el Bachillerato, sólo 17 pisaron las aulas. En cuanto al instituto Vicente Aleixandre, el porcentaje de asistencia rondó la mitad, tanto de profesores como de alumnos. No obstante, cabe destacar la difícil situación económica que atravesamos y el largo tiempo de protestas que llevamos en las mochilas, lo que significa que no todos los profesores se puedan permitir que le descuenten 100 euros del sueldo por cada huelga secundada. 


"Aula vacía"  

Bajo una mirada propia, considero que este no es el camino. El GPS, que parecía tan práctico y eficiente, que compramos para solucionar este lío, aparte de no funcionar, nos está llevando por el camino equivocado. Un camino pedregoso y lleno de barro que desde el primer momento olía mal.e El problema es que no somos conscientes de hasta donde puede llevarnos este sendero y las consecuencias fatales que éste puede tener en el futuro. 


"Subid las sillas" 




La educación pública, gratuita y de calidad debería ser un derecho universal, pues, como decía Nelson Mandela, es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.





"Clase de Francés vacía" 




Fotografías: Edu Granados



Colaboradoras: las simpáticas conserjes.



miércoles, 1 de mayo de 2013

Introducción a unas fábulas para animales

Durante muchos siglos
la costumbre fue ésta:
aleccionar al hombre con historias 
a cargo de animales de voz docta, 
de solemne ademán o astutas tretas, 
tercos en la maldad y en la codicia
o necios como el ser al que glosaban.
La humanidad les debe
parte de su virtud y su sapiencia
a asnos y leones, ratas, cuervos
zorros, osos, cigarras y otros bichos
que sirvieron de ejemplo y moraleja, 
de estímulo también y de escarmiento
en las ajenas testas animales,
al imaginativo y sutil griego, 
al severo romano, al refinado
europeo, 
al hombre occidental, sin ir más lejos.

Hoy quiero -y perdonad la petulancia-
compensar tantos bienes recibidos
del gremio irracional
describiendo algún hecho sintomático,
algún matiz de la conducta humana
que acaso pueda ser educativo
para las aves y para los peces, 
para los celentéreos y mamíferos,
dirigido lo mismo a las amebas 
más simples
como a cualquier especie vertebrada.
Ya nuestra sociedad está madura,
ya el hombre dejó atrás la adolescencia 
y en su vejez occidental bien puede
servir de ejemplo al perro
para que el perro sea 
más perro,
y el zorro más traidor, 
y el león más feroz y sanguinario, 
y el asno como dicen que es el asno, 
y el buey más inhibido y menos toro.


A toda bestia que pretenda
perfeccionarse como tal -ya sea
con fines belicistas o pacíficos,
con miras financieras o teológicas,
o por amor al arte simplemente-
no cesaré de darle este consejo:

que observe al homo sapiens, y que aprenda...

Ángel González
Grado elemental

miércoles, 20 de marzo de 2013

Habemus Falsum Papam


El pasado 11 de febrero el abuelito Ratzinger reunió a periodistas y a sus sabuesos cardenales, que, hemos de recordar, tienen el cielo ganado, en una de las tantas salas bañadas en oro del Vaticano para presenciar el discurso de Su Santidad en el que dijo lo siguiente: “Me falta el vigor tanto del cuerpo como del espíritu para gobernar la barca de San Pedro”, también añadió, “en este mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe”.

Y es que a Benedicto XVI le ha estallado el siglo XXI en las manos. “Un mundo que avanza tecnológicamente y se transforma a diario es realmente inaguantable” debió ser la duda que, probablemente, le ha estado rondando la cabeza al vicario de Dios cada vez que visitaba el váter. Un mundo que ya no esconde nada ni bajo las sotanas, es más, las levanta y las voltea como si se tratase del cabaret parisino, Moulin Rouge.

Volvamos a eso del siglo XXI. El ser humano lleva pisando (y ensuciando) la Tierra desde hace miles y miles de años, suficientes, para haber madurado. Pero parece ser que no ha sido así. Y es que, a pesar de las diferentes situaciones críticas repartidas por el planeta, aun nos encontramos monumentales instituciones religiosas que, bajo mi punto de vista, son absurdas tal y como se llevan a cabo. Un claro ejemplo que refleja la anacrónica organización de estas  instituciones es la ausencia de mujeres en sus primeras filas, al más puro estilo medieval. Me explico.
¿Realmente tiene sentido la pervivencia de grandes instituciones como la del Papa a estas alturas?
Claro que sí. Tendría sentido si el Sumo Pontífice romano (hay que ver cómo les gusta engrandecerse) ejerciese la labor de la persona que dice representar: Jesús de Nazaret. Esa gran persona que defendía, paseándose descalzo por los pueblos, unos ideales de igualdad, respeto, libertad… ese raro afán que tenía por acabar con las injusticias y por compartir lo que tenía con el de al lado. Eso ya no se lleva. Lo que ahora está de moda, si te toca representar a Dios en la Tierra, es ser invisible, transparente y monopolizar espíritus que acuden a tu plaza entregando su vida. Todo esto desde el interior del dorado Vaticano, con los gastos pagados y con un papa-móvil que ni se arrima al coche de Batman, faltaría más. Si de verdad representara a Dios, permitiría el uso de preservativos en países subdesarrollados evitando así la muerte de miles de personas al día. Pero no. Si de verdad representara a Dios, repartiría todas sus riquezas a las personas que menos tienen, y más necesitan. Pero no. Si de verdad representara a Dios, sacaría los colores a los gobernantes corruptos que juegan con el pueblo como hizo entonces Jesús con los dirigentes de la época.  Pero… no. ¿Creéis que si Jesucristo visitase la Tierra le gustaría lo que se iba a encontrar?
Claro que no. Se echaría las manos a la cabeza al contemplar el monstruo desarrollado a partir de la semilla que puso en tierra fértil años atrás.
Estas monumentales instituciones tendrían sentido si estuviesen representadas por gente como los misioneros y las misioneras que entregan su vida a erradicar las injusticias en los lugares recónditos y más necesitados, como las órdenes religiosas modestas que alimentan aquí a diario a personas con pocos recursos económicos…




En fin, la jerarquía católica tiene que mirar hacia sus orígenes para recuperar su esencia y tener muy presente de dónde viene para saber hacia dónde tiene que ir.





Fotagrafía: Stefano Dal Pozzolo.

lunes, 18 de marzo de 2013

La otra Navidad



(MIÉRCOLES, 9 DE ENERO DE 2013)


Cuando las luces navideñas de mis vecinos "los Alarcia" del portal 4ºA cesan de transmitir color y vida a mi urbanización, ahí es cuando, para mí, acaba eso que conocemos por Navidad. Esa época festiva, alegre, familiar... en la que los sueños de cada adulto están destinados a un décimo de la lotería, mientras que los sueños de los niños y niñas se depositan en la carta que escriben a los Reyes Magos. Esa época en la que caemos en la tentación de comer más de la cuenta. Esa época en la que recibimos un nuevo año lleno de ilusión y propósitos que no tardaremos en incumplir. Esa época en la que amamos al que tenemos al lado, sin motivo alguno, nos sentimos más solidarios y generosos. Eso es tan cierto, como injusto. ¿No creéis? Quiero decir, ¿por qué no amar todos los días del año? ¿por qué no ayudar al de al lado los 365 días?
Estas Navidades, esa cruda realidad me dio una gran bofetada. Me di cuenta de ello al poder ver con mis propios ojos que hay personas que no sienten igual esa Navidad. Viven otra Navidad,  totalmente distinta, a la que tú y yo vivimos. Se encuentran en un segundo plano, opaco para la mayoría.
Gracias al fantástico grupo de jóvenes que están creando la Asociación APUMAK("amigo" en camboyano), en la que tengo la suerte de participar, tuve la oportunidad de conocer otra forma de vivir la Navidad, de verla desde más ángulos de los que acostumbraba en años anteriores. 
Foto: Johny Leo Johansen
Acordamos realizar un "Desayuno Solidario" (así lo llamamos nosotros) por el centro de Madrid. Esta actividad consiste en reunirnos en Sol a las 8 de la mañana, cada uno se encarga de traer una cosa: café caliente, zumo, galletas, leche, bollos... Una vez divididos en grupos, nos separamos y recorremos los aledaños para acercarnos a esas personas desfavorecidas que sobreviven pidiendo en la calle y aportarlas nuestro granito de arena en la satisfacción de sus necesidades. La experiencia fue inolvidable; la naturalidad con la que podías tratar con ellos y lo poco que nos costaba hacer algo como eso era asombroso. Creo que ese día recibí uno de los "gracias" más sinceros de mi vida. El hecho de, como dice Mario, pieza clave en la asociación, "calentar los fríos despertares de la gente que sueña sin un techo encima" fue algo inefable. Estas personas no sólo necesitan ayuda en Navidad, sino a lo largo de todo el año. La injusta realidad es que cada día hay más gente sin techo y más techos sin gente. El puto ser humano, una vez más.
Foto: Johny Leo Johansen
Desde APUMAK tenemos clarísimo que realizaremos "Desayunos Solidarios" con más frecuencia, así que aquel que esté interesado es bienvenido.
Por eso invito a todo el mundo a continuar con el famoso "espíritu navideño" durante todos los días del año. Es algo difícil, pero no imposible. Sólo con poner un poco de nuestra parte sería suficiente. Ya decía algo parecido Eduardo Galeano: "Muchas personas pequeñas, en un lugar pequeño, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo"


Foto: Johny Leo Johansen

domingo, 17 de marzo de 2013

31/12/2012


JUEVES, 3 DE ENERO DE 2013

Faltan unas horas para despedir este año 2012, maravilloso en lo personal. En cuanto a lo general, hay que estar ciego y ser sordo para no ver y escuchar lo difícil que están las cosas para la mayoría de habitantes de este planeta. Día a día, vemos como nuestra brutal "Crisis" se tira por el tobogán y no deja de subirse al columpio en el parque de nuestro barrio. Crisis de economía, de valores, de ideales...
Crisis de todo y de nada. ¡¡Vete tu a saber qué es eso de Crisis!!
Repito, en cuanto a lo personal, este 2012 ha sido un año fantástico. Por eso, puedo sentirme un verdadero afortunado.Por el simple hecho de poder haber dormido hoy bajo un techo, soy un afortunado. También soy un afortunado por poder celebrar estos días tan especiales (como todos los del año) con una familia que se quiere. Esta forma de saborear la vida puede ser vista de muchas maneras, pero yo la saboreo así. Reconozco que a veces me cuesta, porque tengo tan impregnado ese asqueroso egoísmo humano del mundo occidental que no te deja saborear cada uno de los sabores que la vida ofrece.

"Yo, soy yo y mi circunstancia" decía Ortega y Gasset. Hay veces que odio mis circunstancias y me gustaría conocer otras para valorar lo que tengo. Vivir otra realidad para darme cuenta de mi suerte.
Este año he tenido la fortuna de acercarme a otra realidad y, desde ahí, conocer y saborear mi realidad.


Mientras me visto para bajar a cenar me paro a pensar con qué me quedo de este 2012.


Foto: José Luis Cuesta
Foto: José Luis Cuesta
Rápidamente, viajo a Camerún: recuerdo la densidad y el verdor de la selva de Bahamenda, que no tenía fin; la inolvidable mañana en la playa de Kribi; la dolorosa tensión que sufrían las piernas cuando visitabas las letrinas; la caminata de 8 horas recorriendo los poblados de Widicum hasta llegar a un lugar inhóspito presidido por un puente colgante que cruzan a diario mujeres cargadas de plátanos; las noches contemplando los cielos repletos de estrellas y libres de contaminación humana; la imponente figura del sultán de Faumban; las lágrimas derramadas por contemplar el baile de unos niños que entregan todo lo que tienen de la forma más sincera y real que jamás he visto; la especial mañana de los partidos de fútbol con los niños, concretamente, Alex y Steve; la pegajosa humedad al bajar del avión; el inolvidable olor a pescado del puerto de Limbe; el poder vivir, de sobra, con 5 camisetas, dos pantalones y unas botas; el conocer a Mandela por cantar Sexion D'Assaut mientras cargábamos libros dando forma a una escuela; la inolvidable vista nocturna de Yaoundé desde una colina; las toneladas de Relec impregnadas en nuestro cuerpo para protegernos de los mosquitos; el trago de Coca-Cola en la Embajada de España; las deseadas e irregulares duchas con agua fría en menos de 30 segundos, aún así inmejorables; la impagable oportunidad que tuvimos de adentrarnos en la selva para conocer la timidez de los pigmeos Baka en Bengbis; las charlas con José Luis Cuesta sobre la situación del periodismo actual y la forma tan humana de compartir su experiencias vividas; la cara de tonto que se te queda cuando un chimpancé te da una colleja o ves cómo intenta atar unos cordones (somos tan cercanos);

Foto: José Luis Cuesta

la eterna espera de la potabilización del agua; las noches escribiendo en nuestro diario de viaje antes de dormir sobre el suelo escoltados por nuestras compartidas mosquiteras; las maravillosas personas que he conocido en el viaje, con las que sigo caminando a día de hoy; la tierra rojiza de los caminos que levantaban el mejor maquillaje posible en forma de polvo; el baile alrededor del fuego junto a la tribu de los Bagueli, sintiéndome como ellos, exactamente igual, sin distinción de color de piel; las conversaciones con cameruneses en los exóticos mercados y la impotencia de no saber más francés para conocer mejor a esa gente; la música, la comida, las heridas, los colores, el baile, las sonrisas, el amor, las miradas, los olores, la suciedad, la sinceridad, el sufrimiento, la satisfacción, el ritmo, las voces, los enfados, las conversaciones, las lágrimas, los abrazos, las sorpresas, el sueño, el aprendizaje, la humedad, las pieles, las mujeres, la fuerza, las risas, los pasos, las ganas, el miedo, el sudor, la suerte... 
Me dejo muchísimos momentos. Muchísimos. Creo que mi incapacidad para la redacción y la infinidad del lenguaje no dan para expresar lo que sentí durante esos 23 días. Esos 23 días en los que conocí otras formas de vida, otras culturas, otra realidad, que me permitió contrastarla con la mía y sacar conclusiones día a día. Hoy sigo tirando de hilos y encontrando cosas sobre las que pensar y reflexionar. Rescato una frase de un monitor del que aprendí mucho, Guillem dijo: "Te sientes en deuda con esta gente" Y es así, todo lo que me aportaron esas personas en tan poco tiempo crea una deuda que parece no tener fin.


Foto: José Luis Cuesta






Por eso creo que mi viaje todavía sigue vivo y no creo que muera.
Foto: Alba Saiz (expedicionaria de MRS)
Sin embargo, sí encuentro un nacimiento para mi viaje. Este empezó cuando un amigo de mi hermano, Diego, me contó que fue elegido por Madrid Rumbo al Sur para viajar a Marruecos y al Sáhara (por cierto, ahora se encuentra allí). A partir de ahí, dentro de mí, empezó a formarse un deseo vital de ser seleccionado para vivir una experiencia como esa. Dada mi edad, tuve que esperar unos años para que pudiera inscribirme. Ansiaba el momento de ponerme en frente de un papel y hacer mi trabajo para estar dentro de los 300 seleccionados, en primera instancia.
Ese momento llegó y pasé la primera prueba. No sé cómo, también tuve las suerte de pasar la segunda prueba, la de entrevistas, y ser uno de los 200 guerreros y guerreras que darían hasta su última gota de sudor en la tercera y última prueba, la física. Después de un fin de semana de talleres de Cooperación, caminatas, acampada, rutas y mucha escucha volví a casa con la esperanza de ser uno de los 100 seleccionados para disfrutar del viaje a Camerún.
Nunca olvidaré el momento en que abrí la lista de los definitivamente seleccionados y vi mi nombre. Satisfacción y una alegría inmensa. Se podía hablar de un sueño hecho realidad. No me lo creía. (Sigo sin creérmelo, hay veces que me sorprendo cuando veo la camiseta verde de Madrid Rumbo al Sur en mi armario). Me sentía un jodido afortunado.
A partir de ahí todo eran ganas. Ganas de empezar, de vacunarse, de conocer a personas, de entender, de viajar, de moverme... unas ganas terribles de cualquier cosa relacionada con el viaje. Ansia por disfrutar esa oportunidad.
Es hoy, el último día de este inolvidable 2012 cuando me doy cuenta de lo afortunado que soy. No sólo por esos 23 días. Por todo.



Foto: José Luis Cuesta

Aprovecho para agradecer, a quien haya que agradecer (ningún Dios), el regalo que ha sido este año para mi. Año en el que he crecido, he aprendido, he pisado suelo nuevo, respirado distinto aire, comido diferente comida, conocido bellísimas personas y vivido otra realidad.

Vídeo de fotos del viaje. By José Luis Cuesta: http://vimeo.com/51809582#at=0

sábado, 16 de marzo de 2013

¿Acaso vale más la muerte en un sitio que en otro?


(JUEVES, 20 DE DICIEMBRE DE 2012)




Siglo XXI, Afganistán.
La imagen que tienen ante ustedes es la de una de las 12 niñas afganas que recogían leña este lunes en la provincia de Nangarhar. La explosión de una mina antipersona por el golpe accidental de una de las menores con su hacha provocó la muerte de 10 de ellas. Las dos restantes están heridas gravemente. 



Dos días antes, Estados Unidos.
Momentos después de la tragedia en Newtown, en la que murieron 27 personas, entre ellas 20 niños y el asesino, Adam Lanza, que no necesitó más de cinco minutos para cometer el crimen y reservar una última bala para el suicidio. Previamente había matado a su madre.

Ambas noticias son escalofriantes. Eso no se puede negar. En ambas mueren personas inocentes. En ambas mueren niños y niñas. En ambas mueren personas. La diferencia la encontramos en la repercusión y seguimiento que tiene cada una. La diferencia es tal, que si preguntáramos por la primera noticia la mayoría de gente no estaría al tanto de ella. Pones hoy la televisión y sigues escuchando el nombre de Newtown, mientras que todavía no sabes si las dos niñas afganas heridas, finalmente, han sobrevivido. Entonces, me inquieta la siguiente pregunta: ¿por qué unos sí y otros no?
Yo, cegado por mi ignorancia, culparía a la prensa de dejarse llevar por qué vende y qué no vende. Año tras año, cuando llega el 11 S, me pregunto lo mismo cuando el mundo occidental se detiene a lamentarse por las víctimas en la tragedia de las Torres Gemelas. De nuevo, la prensa internacional hincha el globo. Como me dijo, el fotógrafo José Luis Cuesta: "¿Acaso no merecen tiempo para el recuerdo las víctimas africanas que sufrieron en sus carnes la esclavitud durante más de tres siglos?" En todos los acontecimientos mencionados aparecen personas, pero la diferencia es: negros y blancos; Afganistán y Estados Unidos. ¿Acaso la muerte vale más en un sitio que en otro?

"No conoces a alguien hasta que no viajas con él"


(VIERNES, 14 DE DICIEMBRE DE 2012)


ESTA ÉPOCA DE EXÁMENES ME HA REGALADO ESTE RECUERDO. 
(Artículo que escribí en la revista de mi instituto "Passo") Ahí va:


Profesor. Ésa profesión tan cercana y, a la vez, tan desconocida por los alumnos. 
Yo suelo decir que esta profesión se parece a la de un actor. El motivo es el siguiente: antes de que una compañía de teatro, cine, serie de televisión (o lo que sea) empiece a hacer una obra, a cada actor/actriz les dan un papel que puede ser de características parecidas a las suyas  mismas o totalmente opuestas. Al interpretar dicho personaje te comportas según un guión establecido, pero una vez quitado ese “traje” tu tienes tu manera de ser y de comportarte que, como ya he dicho antes, puede ser cercana o diferente al papel que tienes que representar.  No sé si me seguís…
En fin, a lo que me refiero es que muchas veces, no nos damos cuenta que detrás de la profesión de profesor hay una persona. Una persona que tiene su vida, su forma de ser, sus hobbies, sus manías, su propia familia... características y maneras de ver la vida que, posiblemente, compartimos y no nos damos cuenta.
Éste extraño símil, empezó a divagar por mi cabeza hace, aproximadamente, unas seis semanas, cuando gran parte de mi clase de francés volvimos a Madrid después de haber disfrutado cinco días en la capital de Francia, París. Un viaje que nos costará olvidar durante mucho tiempo debido a su enriquecimiento, no sólo cultural, sino personal. Dar las gracias, otra vez, a nuestro profesor de francés, que nos brinda la oportunidad de conocer al verdadero París.
No es la primera vez que se realiza esta actividad. Es la tercera. Estoy seguro de que si preguntásemos a cada alumno que ha vivido la experiencia no habría diferentes opiniones. Cada uno nos contaría sus anécdotas y experiencias sin poder evitar que sus mofletes se eleven.
 Además de todo esto, creo que todos hemos aprendido algo del viaje, que al fin y al cabo, es lo más importante. Todo eso se lo debemos a nuestro “profesor” de francés. Que nos dedicó unos días inolvidables. Lo hizo de una manera sincera, alegre y ejemplar. No existen más que palabras de agradecimiento para él.
La vuelta a la rutina ha sido dura. Nos deprime comparar Pinto con Paris. Podríamos hacer una lista con los pros y los contras de cada uno, pero ya sabéis cual sería el resultado. De todas maneras esa melancolía en la que ahora estamos sumergidos, es buena, es agradable. Dicen que lo bueno acaba, sino sería todo muy monótono.
En cuanto a la relación con nuestro profesor, no vamos a negar que hay un antes y un después. Es lógico. El viaje nos ha ayudado a coger más confianza, tanto con el profesor como con otros compañeros, y eso se ve reflejado en el día a día del instituto. Por ejemplo, si ahora coincides con él en el pasillo, no puedes evitar  pararte y dedicar unos cuantos minutos a hablar de los temas de la actualidad (cosa que antes era menos probable que pasara). Eso es algo que agradezco profundamente.
Una de las muchas oportunidades que nos ha dado este viaje a Paris, ha sido el encuentro con la persona que estaba detrás de ese “traje” de profesor.
Ahora recuerdo, un viejo proverbio árabe al que hizo referencia mi profesor, que decía: "no conoces a alguien hasta que no viajas con él".
     

"Liberté, Égalité, Fraternité"